La segunda ascensión es inmediatamente después que Moshé desciende con las tablas de piedra y las quiebra al ver el pecado del becerro de oro por el pueblo de Israel. Cito el descenso: “Y volvió Moshé y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas” (Éxodo 32:15). Ese mismo día, en el versículo 19 Moshé quiebra las tablas: “Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moshé, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte” (Éxodo 32:19). Moshé reprende al pueblo de Israel por el pecado que cometieron. En el v. 30 Moshé anuncia al pueblo que subirá nuevamente a Dios para interceder por ellos: “Y aconteció que al día siguiente dijo Moshé al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Iahvé; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. Entonces volvió Moshé a Iahvé”. (Éxodo 32:30-31). En el libro de Éxodo no se dice cuanto tiempo subió Moshé en esta ocasión, pero en el recuento que aparece en Deuteronomio 9 se menciona que estuvo nuevamente 40 días y 40 noches. Deuteronomio 9.17-18 dice: “Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Iahvé como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Iahvé para enojarlo” (Deuteronomio 9:17-18).
La tercera ascensión aparece al final de estos 40 días y 40 noches. Como vimos arriba, según Deuteronomio 9:17-29 Moshé subió por segunda vez a interceder por el pueblo por 40 días y 40 noches. En Deuteronomio 10:1 se menciona que Moshé estando arriba en el monte, Dios le ordena que baje para labrar las segundas tablas de la Torá y le pide que luego de labrarlas suba de nuevo con él en la cima del monte: “En ese tiempo Iahvé me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte” (Deuteronomio 10:1). En Deuteronomio 10.3 dice que Moshé bajo a preparar las segundas tablas y subió de nuevo al monte: “labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano” (Deuteronomio 10:3). En el versículo 5 Moshé desciende ya con las nuevas tablas, pero Deuteronomio no dice cuanto tiempo estuvo: “volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho” (Deuteronomio 10:5). El mismo mandamiento de subir al monte con las dos nuevas tablas aparece en Éxodo 34:1: “Y Iahvé dijo a Moshé: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.” (Éxodo 34:1-2). En el versículo 28, Éxodo 34.28, nos dice que Moshé estuvo nuevamente 40 días y 40 noches: “Y él estuvo allí con Iahvé cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.” (Éxodo 34:28).
Por lo tanto, podemos ver al leer conjuntamente Éxodo con Deuteronomio las tres ascensiones de Moises, cada una de un período de 40 días y 40 noches.
Esto es interesante, porque el total sería de 120 días, ya que 40 días x 3 ascensiones = 120. Si creemos que la historia de la humanidad desde la creación de Adám hasta el retorno de Ieshúa a la tierra, tendrá un total de 6,000 años, en la cuenta de jubileos, que es cada 50 años, tenemos un total de 120 jubileos. Porque hay 120 jubielos en 6,000 años.